El 'president' Mas consiguió que las elecciones del
27-S fueran leídas por muchos ciudadanos como un plebiscito. A pesar de
eso, y recordando lo que nos ha dicho mil veces Alex Salmond, el líder independentista escocés, unas elecciones parlamentarias nunca pueden sustituir a un referéndum.
De estas elecciones ha salido una mayoría de 72 diputados que legítimamente defienden la independencia de Catalunya. Pero JxSí y la CUP saben que no existe ni la mayoría social ni las condiciones políticas para alcanzar su objetivo.
Quizá por eso, para ocultar esta evidencia y por no querer decir la verdad a la ciudadanía, aprobaron una resolución el 9-N llena de doble lenguaje y con el placebo político de la desconexión.
Desde el mismo momento de su aprobación, la resolución del 9-N está
políticamente muerta. Tanto es así que ni los que la votaron, ni el
Parlament, ni el propio 'president' Puigdemont, se atreven a defender su contenido.
Pero como no quieren reconocer que su hoja de ruta nos lleva a un
callejón sin salida, llevan dos meses haciendo chanchullos con la
desconexión. Cada semana dicen una cosa y su contrario, intentando que
cada ciudadano se quede con la que más le gusta.
Desde negar la
desconexión unilateral hasta decir que pronto tendremos una legalidad
catalana distinta de la española que nos desconectará de facto. O
afirmar que nunca se hará elegir a los ciudadanos entre dos legalidades
tributarias al tiempo que se defiende que en 18 meses todos los
impuestos se pagarán en la Agencia Tributaria Catalana.
En esta estrategia juegan un papel simbólico importante las tres leyes de desconexión: transitoriedad jurídica, seguridad social catalana y ley tributaria catalana.
Pero como saben que estas leyes no tienen ninguna posibilidad política
ni jurídica de entrar en vigor, han hecho la última jugada de su amaño.
Ni el Govern Puigdemont presenta los proyectos de ley sobre estas
materias, ni los partidos que apoyan a su Gobierno presentan ninguna
proposición de ley. Y se sacan de la manga otra propuesta kafkiana, la
de crear tres ponencias conjuntas de todos los grupos del Parlament para
elaborar sus leyes.
Las ponencias conjuntas sirven para
elaborar leyes, sin tener un texto previo, cuando todos los grupos del
Parlament están de acuerdo en la necesidad de una ley, aunque no
coincidan con su contenido. Pero este no es el caso, porque algunos
grupos parlamentarios ya les hemos dicho que no creemos en la estrategia
de la desconexión unilateral.
En resumen, los grupos
parlamentarios que han firmado un pacto de investidura que incluye como
medidas estrella las tres leyes de desconexión, y un 'president' que se
ha comprometido a presentar los proyectos en el plazo de un mes después
de ser investido, le dicen a la sociedad catalana que no asumen esta
responsabilidad y la delegan en el resto de grupos, que ya nos hemos
pronunciado en contra de estas leyes.
Catalunya Sí que es Pot ha apostado decididamente por participar en la comisión de estudio del proceso constituyente. Creemos que es el espacio adecuado para debatir y acordar lo que queremos que sea un
proceso de ruptura, de nueva transición con el sistema socio-económico y
político de la transición de 1978. Pensamos que es un buen espacio de
diálogo y para construir puentes y generar un gran acuerdo social.
Catalunya Sí que es Pot
participará en el debate de cualquier proyecto de ley que presente el
Govern o de las proposiciones de ley que presenten otros grupos. Lo
haremos para discrepar o para coincidir, pero siempre a partir de una
propuesta concreta sobre la que debatir.
Pero Catalunya Sí que
es Pot no formará parte de este nuevo arreglo de JxSí y la CUP, que solo
tiene como objetivo hacer ver que se hace lo que ellos saben que no
están en condiciones de hacer.
Y sobre todo intentaremos que el
Parlament no quede atrapado en estos tejemanejes. Tal como nos pide
gran parte de la ciudadanía, intentaremos que el Parlament y el Govern
centren su actuación en resolver los problemas que tiene hoy la
ciudadanía con soluciones de hoy.
6 comentaris:
Ya hay catalán que quiere
vivir y a vivir empieza
entre una España que muere
y una Cataluña que bosteza...
Por favor, qué aburrimiento de procés...
Ya hay catalán que quiere
vivir y a vivir empieza
entre una España que muere
y una Cataluña que bosteza...
Por favor, qué aburrimiento de procés...
Para mi es una rabieta de los politicos catalanes en contra de los "centrales" y les reconozco toda la razón. La prueba que lo han gestado y culminado con el mandato del P.P.
Creo que como haya en Madrid un Gobierno de izquierdas, medianamente decente, todo se reconducirá. Aunque como siempre habrá que escuchar y contar con los catalanes, que de momento, son españoles. Y tambien con todos los movimientos nacionalistas, mal le pese a la derecha.
Y tambien quiero añadir como muchos piensan, que la solución - casi - definitiva a este conflicto, será una aprovación de estado FEDERAL. Esto acallará del todo a los nacionalistas de todo tipo.y nos centraremos en lo que debe de ser el bienestar de TODOS los de un pais llamado España.
Bueno, los catalanes sentimos aburriros... os dejamos con la apasionante política ezPPañola.... Está claro que preferíais el pujolismo.... porque os cuadraba mas en el discurso...
El mismo Coscu se le nota que ha sido diputado en el congreso de Madrid.. y nos hace creer que el referendum acordado vendrá por obra del espiritu santo.... o de una mayoria de podemos... vamos esperando
La desconnexió pot portar-nos a un carreró sense sortida, sí, però, almenys, fem algun pas, ens movem, donem senyals de vida. Esperar que el govern espanyol ens doni el seu permís (no érem sobiranistes?) per celebrar un referèndum que ens permeti decidir és pura política ficció. Un pou sense sortida.
El señor Coscubiela me despista.La primera parte del comentario es muy razonable, sin embargo el conjunto es contradictorio.Afirma primero la falta de legitimidad democrática y competencia constitucional del procés y del parlamento autonómico, para a continuación defender la participación en una comisión del proceso constituyente . Un paso necesario de una hoja de ruta soberanista que rechaza. Dice estar en contra, pero colabora.Esto me hace sospechar o que actúa como un tonto útil que no creo que lo sea o su organización, intimidada por el tirón popular independentista y tensiones internas, está presa de dudas que va resolviendo aceptando esto, repudiando aquello y callando en el resto de las ocasiones.
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