Lo primero que aprendí
al llegar hace 4 años al Congreso de Diputados es que la norma fundamental que rige la vida parlamentaria es la del
precedente, interpretado eso sí a la luz de los intereses de quien ostenta
la mayoría en la Mesa.
Siempre hay un precedente, lo que no significa que
esos precedentes vayan siempre en la misma dirección. Más bien al contrario, hay precedentes sobre una
misma norma para todos los gustos, o mejor, a gusto de quien manda en cada
momento en la Mesa del Congreso. Una Mesa en la que siempre han estado PSOE, PP
y CIU.
Solo comenzar la anterior
legislatura, la Mesa, formada por PP,PSOE
y CIU, decidió que los 7 diputados de Amaiur no podían tener grupo propio.
El argumento es que no cumplían el requisito de haber obtenido el 15% en Navarra,
una de las circunscripciones en la que se presentaron. Ese argumento sirvió
para negarle grupo parlamentario a Amaiur, aunque la razón de fondo fuera otra.
El PP y los que le acompañaron en esta
decisión no querían que Amaiur tuviera voz propia en el Congreso.
Como ya se puso de
manifiesto en 2011 esta decisión fue una arbitrariedad, puesto que durante
muchas legislaturas se había reconocido grupo al PNV, a pesar de no alcanzar
nunca el 15% en Navarra. O lo mismo sucedió en 2004 con ERC, que si pudo constituir grupo propio en las mismas condiciones en
las que en 2011 se negaron a Amaiur.
Ahora, la Mesa del Congreso,
con el mismo Reglamento pero con un
criterio radicalmente opuesto al de la anterior legislatura, ha decidido que
ERC y Democracia i Llibertat (CDC) si puedan constituir grupo propio. Y ello a
pesar de que no cumplen uno de los requisitos exigidos para ello, el de haber
alcanzado el 15% en todas las circunscripciones. En Barcelona, ERC se quedó en el 14,48% y
Democracia i Llibertat (CDC) alcanzó el 13,25%
Parece obvio que al PP y al PSOE no les molesta que sus
demonios independentistas de ERC y CDC tengan voz propia en el Congreso.
Las razones por las que al PP y al PSOE les interesa
que ERC y CDC tengan protagonismo en el Congreso de Diputados pueden ser objeto de interpretación.
Quizás es que a unos les va
muy bien que la vida política española gire alrededor fundamentalmente del
debate de la independencia de Catalunya y
a otros les interesa estar a bien con
esas opciones tan a menudo vilipendiadas. O quizás son las dos cosas al
mismo tiempo.
Esta decisión de dar – en el
sentido literal del termino- grupo a ERC y CDC choca frontalmente con la negativa
a la constitución de grupo propio a las coaliciones de confluencia de
Catalunya, Valencia y Galicia. En el
caso de Catalunya eso significa negar la constitución de grupo parlamentario a
12 diputados/das con 928.000 votos y el 24,74% de los votantes.
El argumento utilizado –
dejo a parte las mezquindades- es que estas coaliciones no reúnen el requisito de
grupo propio por no haberse confrontado electoralmente con Podemos, uno de los
partidos participantes en la confluencia.
Este requisito fue
incorporado al Reglamento del Congreso en febrero de 1982, en plena oleada de recentralización y defensa de la unidad de España,
después del golpe de Estado de 23 febrero 1081. Con el objetivo declarado
de impedir que los socialistas catalanes y los vascos tuvieran grupo
diferenciado del PSOE, como tuvieron durante las primeras legislaturas.
Creo sinceramente que se
trata de realidades distintas, el PSC es
un partido propio, pero federado al PSOE, participa en sus órganos de dirección
y en sus Congresos. En cambio eso no sucede con las confluencias en
relación a Podemos
Las confluencias no son como algunos pretenden
terminales regionalizadas de Podemos.
Son coaliciones de partidos diversos, entre los cuales está Podemos. Y quizás
el embrión de sujetos políticos diferenciados que configuran una nueva manera
de entender la política.
A un Estado plurinacional le corresponde una
estructura de partidos no necesariamente simétrica en todas las naciones. Eso es lo que sucede por ejemplo en Bélgica o en
Alemania, en que la estructura de partidos de Baviera, donde gobierna la Unión
Social Cristiana de Baviera (CSU) es distinta de la estructura de partidos en
el resto de Lands.
En Catalunya la confluencia
esta formada por 5 partidos (Podem, ICV, EUiA, Equo y Bcnencomú). Por cierto, uno de los participantes en la coalición
EUiA, forma parte de la estructura
federal de Izquierda Unida, que se ha presentado de manera diferenciada a
estas elecciones.
Pero para no referirnos solo
a Catalunya, en el País Valencià, la
candidatura Compromís-Podemos no es una variante valenciana de Podemos. En
esta coalición participan y no precisamente de manera secundaria, partidos con
personalidad propia como Iniciativa del Poble Valencià o Bloc Nacionalista Valencià.
Catalunya, Valencia y Galicia, como sucede también
con Euskadi, tienen un mapa electoral distinto al de otras circunscripciones y no permitir que se exprese es no entender la
naturaleza profunda de esa diversidad que ha venido para quedarse. Y supone
violentar y vulnerar el reglamento el Congreso, para ponerlo al servicio de
quienes controlan la Mesa y la interpretación del reglamento.
Los obstáculos – en ocasiones
en forma de mezquindades como la de disponer de más recursos económicos, o los
tiempos de intervención o la prolongación de los debates -si se quisiera se podrían resolver perfectamente por la Mesa.
Ya se ha hecho en
innumerables ocasiones. Por ejemplo, en la anterior legislatura, después de negar grupo propio a Amaiur, la
Mesa se inventó un tratamiento específico para el grupo mixto, dando a cada
partido de ese grupo algunas de las prerrogativas propias de los grupos
constituidos. En especial en los grandes debates o debates de leyes
importantes.
Es bastante obvio que las
razones de la negativa a reconocer grupo
propio a las confluencias de Catalunya, Valencia y Galicia, mientras si se
reconoce a ERC y CDC no están en el
reglamento.
Al PP y al PSOE no les molesta, más bien al
contrario, les interesa que la “voz catalana” en el Congreso de Diputados, como a ellos les gusta llamarse, sea la de ERC y CDC. Y les molesta, por
eso hacen todo lo posible para evitarlo, que se escuche otra voz catalana, la
de En Comú Podem que representa al 25% de los votantes.
1 comentari:
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