CIES: UN MODELO A
CAMBIAR URGENTEMENTE.
No es novedad. La
inmigración ha sido siempre, en todos los países y momentos históricos una
realidad tan humana, como necesaria y difícil de gobernar socialmente.
En los debates y los
comportamientos sociales en relación a la inmigración aparecen desde las
conductas más loables del ser humano hasta las más mezquinas. Lo que en
momentos de crecimiento económico acaba siendo una pieza clave del
funcionamiento de la maquinaria productiva, en las situaciones de crisis suele
convertirse en uno de los chivos expiatorios de los problemas sociales. Alimentado
por las conductas de aprovechamiento político de los instintos más deleznables
del ser humano por parte de algunas personas con responsabilidad pública.
Lo acabamos de
ver con el Real Decreto Ley 16/2012, mal llamado de sostenibilidad del Sistema
Nacional de Salud. Es un ejemplo de libro de como la derecha utiliza la
inmigración como coartada y chivo al mismo tiempo para justificar políticas que
tienen componentes claramente reaccionarios en lo ideológico, injustos en lo
social y profundamente ineficientes en el terreno económico.
En España, ni
existe un gasto desmesurado en Salud, ni los responsables del incremento del gasto
sanitario son los inmigrantes, ni se resuelve nada – al contrario se agrava-
impidiendo el acceso de los inmigrantes sin permiso de residencia a la
asistencia sanitaria pública.
En materia de
inmigración los gobiernos suelen practicar políticas que dan satisfacción a
sentimientos populistas pero no resuelven los problemas. Es una política que
unos practican por convicción – Gobierno Aznar o Rajoy- y a la que otros no se
enfrentan claramente por flojera ideológica o tacticismo electoral.
En este contexto,
los Centros de Internamiento de Extranjeros han sido impugnados desde su creación
por amplios sectores sociales y ONGs. En unos casos por la función que se les
hace jugar, en otros por el deterioro de las condiciones de vida que se vive en
ellos y que en algunas ocasiones han sido denunciados por ONG y organizaciones
humanitarias.
Estas son las
reflexiones que nos llevaron a los diputados de ICV, Laia Ortiz y a un servidor
ha solicitar la entrada en el CIES de Zona Franca de Barcelona. Dando continuidad
así al trabajo realizado por el grupo parlamentario de ICV en el Congreso de
Diputados en las anteriores legislaturas.
A pesar de las incomprensibles
negativas iniciales, una conversación mantenida en el Congreso, el día de la
huelga general de la educación, con el Ministro del Interior, Jorge Fernández
Díaz- y de la que ha quedado testimonio gráfico- ha servido para que se entienda lo
incongruente que supone organizar una visita de la prensa al CIE de Barcelona, mientras
se niega el acceso a los Diputados que lo habíamos solicitado.
Por fin hoy,
diputados catalanes de todos los grupos del Congreso hemos podido entrar en el CIES de Barcelona. Y
lo primero que debo constatar es la actitud abierta de los responsables del
mismo, deseosos de mostrar su funcionamiento. Lo que aún hace más incomprensible
la negativa inicial del Ministerio del Interior a nuestra presencia. Y pone de manifiesto lo ilógico y absurdo de que se continúe negando la presencia en él del Síndic de
Greuges para desarrollar sus funciones.
Nuestra visita pretendía
dos objetivos: conocer de primera mano las condiciones de vida y funcionamiento
del Centro y contribuir políticamente al trabajo de muchos sectores sociales y
ONG para exigir un cambio en la regulación de los Centros de Internamiento y las
funciones que les tienen encomendadas.
Es obvio que una
visita programada y de esta naturaleza le resta espontaneidad y comporta
riesgos de una visión parcial e interesada. En todo caso hemos podido constatar
que las condiciones no tienen nada que ver con las del antiguo CIES de la
Verneda y que son en términos comparativos mejores que la de otros centros de
esta naturaleza. Lo cual no es óbice para constatar que hay muchas cosas que
pueden y deben mejorarse para garantizar que la estancia en estas instalaciones
no supone ningún menoscabo a los derechos humanos. Una de ellas en el terreno
de la mejora de la asistencia sanitaria durante las 24 horas del día.
Pero más allá de
estos aspectos concretos e importantes, la visita ha servido para constatar que
los CIES se están utilizando en parte para situaciones no previstas en la
legislación
Conviene recordar
que los CIES están previstos en la Ley para circunstancias excepcionales. Y que
no deberían usarse para internar a inmigrantes por el solo hecho de estar en
situación administrativa irregular en nuestro país. Especialmente en unos
momentos en que muchas de estas situaciones de estancia irregular son
sobrevenidas, como consecuencia de la perversa legislación de extranjería, por
la que una persona que lleve muchos años en nuestro país en situación regular
puede pasar a ser irregular simplemente porque la perdida de empleo le comporta
una avalancha de consecuencias administrativas que le convierte en un
inmigrante irregular.
Hoy hemos podido
comprobar que, aunque son los menos, en el CIEs de Barcelona, como en el resto,
están ingresadas personas que están pendientes de expulsión, pero que no tienen
ni condena ni antecedentes penales o policiales y a las que solo se les puede
imputar la carencia de permiso de residencia en nuestro país.
Es tal la
barbaridad que los gestores policiales del centro han decidido separar a
aquellos internos con antecedentes de aquellos a los que solo se imputa
residencia irregular en nuestro país. Parece que el porcentaje de internos sin ningún
tipo de antecedente es menor, alrededor del 12% en el CIEs de Barcelona. Pero
siendo importante este dato, no puede ocultar que hay personas humanas que
nunca debieron haber ingresado.
Especialmente ilustrativo la conversación que
hemos podido mantener con un interno de origen senegalés, con unas
circunstancias de plena integración: estancia en España des de 2007, perfecto
dominio del castellano, relaciones familiares estables y trabajo entre otras
cosas en dos películas filmadas en nuestro país, alguna de gran difusión
mediática. Un claro ejemplo de las situaciones que nunca debieran producirse.
De esta visita
salgo con el convencimiento profundo que es necesario revisar y de manera urgente
la existencia de los CIES, la función que tienen encomendada y sobre todo las
características de los supuestos en los que de manera muy excepcional el
internamiento temporal y muy acotado en el tiempo, que no en los derechos, podría
ser autorizado por Ley.
Ello es posible,
especialmente en unos momentos en que la presión migratoria ha caído en picado
y que la mayoría de personas en situación administrativa irregular lo son por
causas sobrevenidas. Se puede y se debe revisar urgentemente la realidad de los
CIES.
Salvo que alguien quiera utilizarlos como un instrumento de la política del
chivo expiatorio dirigida contra los inmigrantes. Y esa es la percepción que en
algunos momentos me ha parecido detectar de los comentarios realizados por el diputado
del Partido Popular de Catalunya que ha participado en la visita.
Me gustaría, y
mucho, equivocarme, pero aún resuenan en mis oídos algunos de sus comentarios y
sobre todo las consignas que utilizó en la campaña de las últimas elecciones
municipales y su eslogan de “menos inmigrantes y más aparcamientos”.
Desgraciadamente algunos
no quieren perder la oportunidad de sacar ventaja política de la compleja
realidad de la inmigración y su gestión social y política.
Espero que la
visita haya servido para que la mayoría de diputados nos pongamos de
acuerdo en la necesaria reforma de la regulación y funcionamiento de los Centros de
Internamiento de Extranjeros.
1 comentari:
nike lebron 16
jordan shoes
yeezy boost 350 v2
off white
kd 13
jordan retro
jordan 13
off white nike
lebron 15 shoes
curry 6
Publica un comentari